EL PRINCIPIO DE LA NECEDAD. Primeros pensamientos del día.



"Dice el necio en su corazón:
No hay Dios"
(Salmo 14:1)

Proverbios 1:7 afirma: "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová" (igual en el Salmo 110:10 y Proverbios 9:10).
“‘El principio’ implica tanto el punto de partida como su esencia” (Nuevo Comentario Bíblico”. Pag. 413).
El "Comentario Bíblico” de Keil and Delitzsch explica “principio” como “base, raíz” (Pag. 58).
Por lo que, podemos decir que la sabiduría, la verdadera sabiduría, brota de la raíz del temor de Jehová, de un corazón reverente hacia Dios. Un corazón que no sólo cree que hay Dios (Hebreos 11:6), sino que abriga una actitud de adoración hacia EL.
¡La sabiduría tiene esto como fundamento y esencia!
Los pensamientos del sabio contemplan en todo momento cómo adorará de forma más excelente a su Dios, cómo será el Señor más reverenciado, qué será agradable al Dios de su corazón. ¡Ese fundamento guiará cada acción a la sabiduría!

En contraste absoluto encontramos al hombre en este Salmo 14 (e igual en el Salmo 53). El es "necio" (14:1), no entiende (14:2), "no tiene discernimiento" y por eso "a Jehová no invoca" (14:4).
En su corazón hay desarraigo de Dios. "Dice el necio en su corazón: No hay Dios" (14:1).
Y esto, como siempre, lo lleva a la necedad práctica: "Se han corrompido, hacen obras abominables" (14:1).
Su fruto está corrupto, porque el árbol está envenenado con la necedad, debido a que su raíz está alejada del "temor de Jehová".
Este es el concepto básico del necio. "El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. No hay Dios en ninguno de sus pensamientos" (Salmo 10:4). Por esta razón, continua el Salmo 10: "Sus caminos son torcidos en todo tiempo". Y repite la razón de esto: "tus juicios los tiene muy lejos de su vista" (Salmo 10:5).
Al no "tener en cuenta a Dios", EL los deja a expensas de su "mente reprobada" y así "hacen cosas que no convienen; estando atestados de toda inusticia" (Romanos 1:28,29). "Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios" (Job 8:13).

Terminemos con dos puntos derivados de esto:
1- Dios es el "sabio Dios" (Judas 25), y con EL "está la sabiduría" (Job 12:13). Si le desechamos a EL, ¿cómo hallaremos sabiduría en nuestra vida personal?
Mas bien necesitamos acudir a EL "pidiendo sabiduría... el cual da a todos abundantemente" (Santiago 1:5).

2- Aun más profundo que lo anterior, podemos decir que el centro de todo lo creado es Dios, y la razón preeminente y fundamental de la vida de toda criatura es la adoración a Dios (Salmo 150:6). Por lo que toda acción, sea la que sea, que no tenga en cuenta eso, simplemente es necedad.
¡El principio de toda acción sabia es que sea hecha bajo el impulso primordial de "amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y con toda la mente" (Lucas 10:27)!
Toda acción es pecado sin esta raíz, así como toda acción tiene buen fundamento bajo esta premisa.





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