La adoración más intensa: cuando nadie nos ve



Para entender mejor esta tercera parte de "Algunos consejos prácticos para nuestros tiempos de adoración" te recomiendo que leas primero las anteriores:
- 1- Algunos consejos prácticos para nuestros tiempos de adoración
- 2- Huyendo de la obra de teatro hacia Dios

En la segunda parte de esta serie de artículos vimos principalmente el primer versículo de todo este pasaje (Mateo 6:5-15) donde Jesús nos confronta con nuestro deseo de "ser vistos de los hombres".
Pero luego, en el siguiente versículo nos da una gran clave para que nuestro tiempo de adoración como congregación seagenuina:

"Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público"
(Mateo 6:6).

Con "aposento" ("tameíon" es la palabra griega tardía), el Señor se refiere a "un almacén... un apartamento privado... la estancia privada de uno, o buhardilla donde uno puede apartarse del mundo y cerrar el mundo de sí, y tener comunión con Dios" (A.T. Robertson - "Comentario al texto griego del NT". Pag. 29).

Podemos decir con toda seguridad que Jesús NO enseña que esté mal orar o adorar en público (a los pasajes que ya vimos de oraciones públicas podemos agregar algunos del Antiguo Testamento: 2 Crónicas 6:14-42; Nehemías 9).

Pero SÍ nos dice lo que David sintetizó en pocas palabras: "He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo" (Salmo 51:6).

Dos "adoradores"
Hace poco leí un reportaje a dos músicos cristianos MUY conocidos que muchas veces son considerados como ejemplos de "adoradores", y los dos coincidían en algo:
Uno de ellos decía: "Para mí, sinceramente me es más fácil tener una relación más activa y continua con Dios cuando estoy de gira que cuando estoy en casa".
A lo que él otro agregó: "Es curioso que lo digas, porque es cierto. En mi caso es igual. Yo puedo ser más vulnerable en casa que afuera. Y por vulnerable me refiero a la rutina, al aburrimiento, al conformismo... Cuando estoy en casa, como no estoy ministrando a nadie... entonces uno se relaja. Yo soy uno que cuando estoy en casa puedo sentarme frente el televisor, y cuando me doy cuenta han pasado horas".

¿Adoración?
¿Qué tan real Dios puede ver nuestra "adoración" cuando solo la llevamos a cabo estando "de gira", pero luego, en nuestra vida, "en casa", fuera de los "escenarios", lo único que queda es "rutina... aburrimiento... conformismo" y"televisor, y cuando me doy cuenta han pasado horas"?

Uno de ellos, en una de sus canciones, canta:
"Es mejor habitar un día en tu presencia que mil fuera de ella. No existe nada igual"

También: "Me quedaré muy junto a ti, no me importa lo que pueda suceder"

Y: "Solo estar contigo es lo que satisface mi alma.
Eres suficiente para mi vida, devoción, pasión y mi alegría"

Y como resultado
Creo que gran parte del vacío de Dios que sufrimos en muchas de nuestras reuniones en las congregaciones es debido a nuestras inconsistencias.

Y al decir esto estoy seguro que necesitamos al menos dos aclaraciones:
1- Cuando digo "vacío de Dios en nuestras reuniones" NO me refiero a emocionalismo, sino a un profundo y verdadero obrar de Dios.
Me refiero a lo que Charles Spurgeon explicó así: “Necesitamos una obra del Espíritu Santo de carácter sobrenatural, poniendo poder en la predicación de la Palabra de Dios, inspirando a todos los creyentes con fuerza celestial, y afectando solemnemente a los apáticos, entonces se volverán a Dios y vivirán. No deseamos el vino de las emociones carnales, sino la llenura del Espíritu. Anhelamos el fuego descendiendo del cielo en respuesta de las fervientes oraciones de los justos.
¿No podemos pedirle al Señor que desnude Su santo brazo ante los ojos de toda la gente en está época de decadencia y vanidad?” (Sermón “La clase de avivamiento que necesitamos”).

Me refiero a Dios en medio de nuestras congregaciones, de tal manera que cualquier persona al entrar, "lo oculto se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros" (1 Corintios 14:25).
Si quieres entenderlo un poco mejor, puedes escuchar las predicaciones "¿Donde está Dios?" y "¿Dios está fuera?"

2- NO estoy diciendo que debemos ser perfectos en lo "secreto" para luego adorar en "público". ¡NO!
Sino NUNCA podríamos.
Cuando David escribió "He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo" (Salmo 51:6), se estaba arrepintiendo de haber adulterado con una mujer y mandado asesinar a su esposo.

¡LO QUE NECESITAMOS ES UNA RELACIÓN REAL, POSTRADA, SINCERA Y EN FE GENUINA, CON NUESTRO DIOS!
¡Necesitamos que todo eso que cantamos en la congregación sea nuestra realidad diaria!
Que cuando cantemos "Tú eres Santo, Santo, Santo" nuestra vida cotidiana lo prefiera a EL por encima de cualquier cosa de este mundo.
Y si estamos luchando con ídolos que quieren deslumbrarnos más que las perfecciones de Dios, que el momento de cantar esa canción nos encuentre justo luchando en clamor pidiendo: "¡Oh Dios... Yo se que NADA se compara a TI. Pero este corazón 'engañoso y perverso' (Jeremías 17:9) me quiere arrastrar. ¡PERDON! ¡Ayúdame! 'Inclina mi corazón' (Salmo 119:36). Por favor".

Si no sólo tendremos canciones vacías.
Podemos parecer grandes adoradores. Ya sea como parte del grupo de alabanza de tu Iglesia, o simplemente congregantes que participan de los momentos de adoración congregacional. Podemos levantar nuestras manos, gritar, aplaudir, llorar, poner caras de espléndida intimidad, entonar solemnemente los más puros himnos, etc, etc... Pero solo será una obra de teatro.
Dios le explicó al profeta Samuel: "Jehová no mira lo que mira el hombre; pues él mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón" (1 Samuel 16:7).

Y esto, al meditarlo, puede confrontarnos mucho.
Pensando en estas cosas, dos domingos atrás, en la Iglesia el grupo de alabanza comenzó a cantar una canción que dice:"Precioso Jesús, mi Redentor,
amado Señor,
eres todo para mí.
Te adoraré,
cada día de mi vida...".

Y la verdad que llegó un momento en que ya no podía cantar más. Como pastor me preguntaba: "¿Hasta qué punto Dios ve que eso que le estamos cantando como congregación es una realidad en nuestras vidas?".
"Eres todo para mí".
¿TODO?.
Le preguntaba a Dios: "¿Cómo nos ves tú cantando esto?. ¿Será que entendemos lo que esto significa?"
Y la letra seguía: "Te adoraré, cada día de mi vida..."
Ufff.... ¿Una vida que lo adora? ¿Entendemos esa letra? ¿La podemos cantar con sinceridad?. Oraba: "¿Te estamos adorando con nuestra vida? ¿Te adoramos como trabajadores en nuestro día a día, en la calle, en la forma en que tratamos a nuestras esposas/esposos e hijos? ¿Te adoramos al no quejarnos, al confiar en ti cuando todo parece imposible? ¿Te adoramos con nuestros ojos que no miran lo que NO deben mirar? ¿Te adoramos con nuestra sexualidad siendo santos simplemente por amor a TI? ¿TE ADORAMOS CUANDO NADIE NOS VE?".
Ya sabes, esa es la adoración más intensa.

Un experimento
Por lo que este domingo que pasó hicimos un pequeño experimento. Simplemente pusimos en el proyector las letras de las canciones que cantamos el otro domingo. Y en vez de cantarlas, fui preguntando a los hermanos qué entendían que querían decir todas esas frases.
Unos explicaron teológicamente qué significaba cierta parte, otros dijeron que les hacía acordar a cierto pasaje bíblico, algunos recordaron experiencias que tuvieron con Dios, varios lloramos, el Señor nos hizo entender varias cosas... y LE adoramos sin palabras ni canciones...
No es para hacerlo todos los domingos. Pero fue un tiempo bastante real de adoración.

Concluyendo:
Hace poco escuché a alguien hablar de "adoración apasionada". Si ese término es correcto, creo que NO podemos darle a Dios una "adoración más apasionada" que adorarle cuando nadie nos ve.
Justo ahí. Cuando tenemos la posibilidad de hacer algo que solo Dios lo va a ver y sabemos que eso es su voluntad,ADOREMOSLE.
¿Y sabes qué?
Si algo podemos hacer es POR SU GRACIA.
Por lo que eso que hacemos cuando nadie nos ve nos TRANSFORMA EN MÁS DEUDORES CADA DÍA.
Por lo que en acción de gracias podemos darle más de esa "adoración apasionada" cuando nadie nos ve.
Y bueno.... ya sabes... eso nos TRANSFORMA EN MÁS DEUDORES AUN... ja... ¡Gloria a nuestro Dios!

¡Necesitamos vivir una relación genuina con Dios en lo íntimo! Eso tendrá su resultado, sí o sí, en lo congregacional.


Luis Rodas


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