ALGUNAS PREGUNTAS PARA SABER SI ESTOY USANDO LO QUE DIOS ME CONFIÓ PARA MÍ MISMO (1) Últimos pensamientos del día



“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos; y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18,19).

En el devocional de ayer vimos como el Espíritu Santo impulsó a Jesús a la batalla.
Y esto, como es fácil suponer, incluye muchas dificultades.
Aún en este momento tan temprano en el ministerio de Jesús que describe este pasaje que leímos al principio, ya tuvo serios conflictos. El Señor casi es despeñado desde la parte más alta de la ciudad de Nazaret (4:28,29).

Y esto es normal para todo aquel que está involucrado en la batalla. Lo considera como “sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2 Timoteo 2:3).
¡Cuan lejano se ve todo esto cuando has elegido vivir una vida cómoda y fácil!

Pero cuidado, estar plenamente involucrado en la batalla no es necesariamente alejarte de tu ciudad natal y ser misionero en algún lugar remoto.
Tu lugar en esta “buena batalla de la fe” es exactamente donde Dios te puso.
¿Eres trabajador, empresario, estudiante, madre, padre, hijo...? Dios te dio capacidades y tareas para que le sirvas. Ahí también puedes servirle.
Pero la realidad, seamos sinceros, es que muchísimas personas del mundo también trabajan, estudian, crían hijos, etc...
¿Cómo se si lo que hago lo hago para mi bienestar, comodidad y egoísmo o si verdaderamente mi vida es para Cristo?

ALGUNAS PREGUNTAS PARA EXAMINARSE

  - ¿En tu trabajo le predicas el evangelio a tus compañeros? ¿O dices: “no, ya les hablé y se burlan. Ya no les hablo más”?
¿En tu trabajo te conocen como un hombre o mujer que es ejemplo? ¿O te conocen como alguien quejoso y malhumorado?
¿Oras por tus compañeros de trabajo para que Dios abra sus corazones para salvación?

- Trabajas y tu sueldo lo usas para pagar los gastos de tu familia. Que bueno.
¿Piensas también en apoyar la Iglesia de Cristo y el avance del evangelio? ¿O te da lo mismo y piensas: “que el Señor haga su obra” (Santiago 2:15-17; 1 Juan 3:16-18)?.

  - Trabajas y tu sueldo lo usas para pagar los gastos de tu familia. Que bueno. ¿Piensas también en que hermanos de la Iglesia pueden estar pasando necesidad?

- Aparte de tu empleo o de trabajar en la casa con tus hijos, ¿piensas en que la Iglesia es el cuerpo de Cristo aquí en la tierra y qué debes hacer para que el cuerpo de Cristo cumpla su función?
¿O haces las tareas diarias como cualquier persona de este mundo que le gusta tener una vida familiar, y de la obra de la Iglesia no tienes ni idea?

Sí, es verdad, muchas personas se han equivocado a lo largo de los años y sirvieron a Cristo descuidando sus familias. Pero esto no significa que ahora nos engañemos y formemos una familia egoísta y centrada en sí misma.

Mañana continuamos con algunas preguntas...


Luis Rodas


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