Ama a otros, eso hacen los cristianos CULTIVANDO UN CARÁCTER PIADOSO

“El amor es...” (1 Corintios 13:4).

No hay carácter piadoso sin “amor” (1 Corintios 13:1-3). ¡Es imposible!
Puedo acumular en mi mente todas las verdades de Dios disponibles en el universo, pero si todo eso no me guía a madurar en este “fruto del Espíritu” (Gálatas 5:22), estoy entendiendo mal todo (1 Juan 4:8).

El “amor” NO ES SÓLO un sentimiento sin acción. ¡NO!
El “amor” es esa actitud de la voluntad que busca el bienestar de otros.
O como lo describe Thomas Watson (1620-1686):
“el amor es ese dulce afecto lleno de la gracia de Dios por medio del cual deseamos el bien de otros y actuamos buscando su bienestar así como lo hacemos constantemente por el nuestro propio. El amor es un fuego sagrado inflamado en el corazón por el Espíritu. Un fuego que viene del cielo”
(“The Perfume of Love”).

1 Juan 3:16 nos presenta el máximo ejemplo de “amor”: “En esto hemos conocido el amor, en que EL puso Su vida por nosotros”.
Y luego el mandato de vivir bajo esta actitud de la voluntad: “también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”.
¡El "amor" es una decisión que nos conduce a la acción!

Esto no significa que el “amor” no pueda incluir sentimientos, emociones o sensaciones. Sino que el “amor” bíblico no obra sólo basado en estas cosas ni deja de actuar cuando algo de esto está ausente.
El “amor" es esa actitud, que ante la necesidad de tomar alguna decisión, nos conduce a sacrificar el pensar en nuestro bien para pensar en el beneficio de otro.
No se trata de qué nos conviene. Sino que refrenamos ese primer impulso, y reflexionamos: "¿Qué será lo mejor para esa persona?"

Con tristeza lo digo, entiendo que al meditar en este tema, solemos casi pasarlo por alto.
¿Por qué?
El amor es eso que terminamos menospreciando por ser un tema tan hablado pero tan poco vivido entre nosotros.
Como muy bien escribió Thomas Watson (1620-1686):
“El amor cristiano es esa gracia enormemente menospreciada entre los cristianos.
Mientras simulan amar mucho a Cristo, ellos no practican ni siquiera un poco de amor el uno al otro”
(“Love One Another”).


Luis Rodas


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