LOS PRIMEROS AÑOS DE LA IGLESIA Bautismo y hechos



Bautismo
Aquí vemos como “la promesa del Padre” era el “bautismo con el Espíritu Santo” (Hechos 1:5).
Mientras Juan bautizaba con agua ahora el Señor los bautiza en el Espíritu Santo.

Otros casos de este bautismo
-En hechos 8:14-17 vemos como Pedro y Juan imponían las manos a los samaritanos para que “recibiesen el Espíritu Santo”.
-En Hechos 10:44-47 vemos como gentiles reciben el bautismo con el Espíritu Santo mientras Pedro les hablaba y estos comienzan a hablar en lenguas y a magnificar a Dios.
Y al Pedro explicar esta experiencia dice que cuando le sucedió recordó las palabras de Jesús: Hechos 11:16
-En Hechos 18:24-26 vemos que Apolos era un “varón elocuente y poderoso en las Escrituras” pero “solamente conocía el bautismo de Juan”, por lo que estuvo en Efeso y solo les predicó de eso. Cuando llega Pablo a Efeso les pregunta “Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?. Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo”. A lo que Pablo responde: “¿En que, pues, fuisteis bautizados?. Ellos dijeron: “En el bautismo de Juan” (Hechos 19:1-3).
Por lo tanto Pablo les impuso las manos y “vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban” (Hechos 19:4-6).

Hechos del Espíritu Santo
También es muy interesante ver como la Iglesia primitiva era llena del Espíritu Santo y como dependía de él.
-Por ejemplo vemos en Hechos 6:1-3 como para elegir gente para aún servir las mesas los requisitos eran que sean “de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría” (vers. 3).
-En Antioquía los discípulos estaban “llenos de gozo y del Espíritu Santo” (Hechos 13:52)
-En Hechos 4:33 dice que “con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús”. La palabra “poder” aquí es “dúnamis” en el griego y significa “energía, poder, capacidad, gran fuerza, habilidad grande, potencia”.
-Pablo en vez de estar llenándose de palabras humanas para convencer a la gente, simplemente predicaba el evangelio y dejaba que el Espíritu Santo hiciera lo que solo él puede hacer. 1 Corintios 2:1-5.
-En 2 Corintios 10:3,4 nos habla de que nuestras armas no son carnales sino “poderosas en Dios”. Esta palabra “poderosas” es un derivado de “dúnamis”. La palabra aquí es “dunatós”.
-En Efesios 6:10 nos habla que debemos “fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza” para luego hablarnos de la lucha espiritual en la que estamos inmersos.
En Efesios 5:18 Pablo le escribía a los Efesios y nos dice a nosotros que debemos ser “llenos del Espíritu Santo”. Esto, según la Biblia de estudio “Vida plena”, “tiene el significado en griego de ser ‘llenos repetidas veces’.” (nota en Ef. 5:19) ya que “el verbo griego traducido como ‘lleno’ está en el tiempo imperfecto, lo cual indica acción continua en el tiempo pasado. Los discípulos estaban siendo continuamente llenos del Espíritu Santo y de su poder días tras día” (nota en Hch. 13:52). Esto explica porque luego de Pentecostés en Hechos 4:31 vemos que luego de orar fueron “todos llenos del Espíritu Santo”, mientras que en el mismo capítulo, en el versículo 8 vemos que Pedro ya estaba “lleno del Espíritu Santo” .

¿Que ejemplo nos dejó Jesús?
Y aún Jesús nos dejó un ejemplo muy claro de que nuestras fuerzas deben venir del Espíritu Santo.
-Mientras Juan lo bautizaba en agua dice Lucas 3:22 que “descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal. como paloma”. Luego “Jesús, lleno del Espíritu Santo” entra al desierto y es tentado por el diablo (Lucas 4:1,2) Y en Lucas 4:14 dice que “volvió en el poder del Espíritu”. Hechos 10:37,38

¿Solo para ellos?
Este “bautismo con el Espíritu Santo” no fue solo para ellos. Como ya vimos Pedro dijo: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:39)
Y no solo que está disponible para todo cristiano hoy, sino que una buena pregunta sería: si Jesús le dijo a sus primeros discípulos que no hicieran nada hasta que el Espíritu Santo viniera sobre ellos con poder, ¿nos dirá lo mismo a nosotros si aún no tenemos ese “poder”?. ¿O a nosotros nos deja actuar sin Su poder? ¿Es imprescindible ese “poder” para nosotros como Iglesia de esta época? ¿Podemos suplantar ese “poder” con grandes ideas, estrategias, filosofías humanas y demás? ¿Necesitamos hoy en día ser constantemente “llenos del Espíritu Santo"?

La respuesta a todas estas preguntas es que si queremos ser como la Iglesia primitiva es imposible eludir este hecho sumamente importante y decisivo: los primeros cristianos conformaban una Iglesia llena del Espíritu Santo.
No estoy hablando solo de milagros, sanidades o poder para echar demonios. Hablo que no podemos predicar verdaderamente el evangelio sin el poder real del Espíritu Santo de Dios.
Querer servir a Dios en nuestras propias fuerzas es una obra imposible, así estamos destinados a la derrota, al fracaso y al desanimo.
Jesús dijo “Recibiréis poder ... y me seréis testigos”. Es imposible ser “testigo” sin antes recibir “poder”.
Debemos cada día buscar de Dios y “fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza” como dice Efesios 6:10.


Luis Rodas


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