“Los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba” (Marcos 1:21).
Jesús comienza a asistir a la sinagoga de Capernaúm junto con sus discípulos, y se le permite enseñar.
¿Te imaginas semejante situación?
Estás sentado en la congregación a la que has asistido por años y de pronto un nuevo Maestro enseña los días de reunión.
¡Este Maestro sin duda es especial!
- En cuanto a sabiduría y conocimiento:
En EL "están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Colosenses 2:3)
- En cuanto a poder:
Su palabra tiene tal poder que con ella todo el universo es sustentando (Hebreos 1:3)
- En cuanto a experiencia:
EL ya existía antes de que el mundo fuera creado (Juan 17:5)
- En cuanto a capacidad para ayudarte en tus dificultades:
“no tiene necesidad de que nadie le de testimonio del hombre, pues EL sabe lo que hay en el hombre” (Juan 2:25)
- En cuanto a habilidad para ejercer la enseñanza:
EL es el dador mismo de todas las habilidades que puede tener el hombre (Efesios 4:7,8)
- En cuanto a doctrina:
EL sólo enseña lo que Dios Padre le dice que hable (Juan 8:28; 12:50)
- En cuanto a vivir EL mismo lo que predica:
EL no sólo habla, EL es la Palabra misma encarnada (Juan 1:1)
Uffff…. ¡Vaya lujo incomparable el de aquellas personas en esa pequeña sinagoga de Capernaúm!
Luis Rodas
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