8 El Dios-centrista ve a Dios en todo (1ª parte) DIOS-CENTRISMO



Hay una enorme diferencia en cómo ve la vida la persona centrada en Dios y como los demás ven la vida.
El Dios-centrista ve a Dios en todo: 2 Samuel 16:5-12 (David huía porque su hijo Absalón le robó el reino).
Los demás no ven más allá del día a día.
El Dios-centrista clama a Dios por todo y le da gracias a Dios por todo.
Los demás, si son religiosos, hacen alguna oración de vez en cuando, y no le dan las gracias a Dios por nada.
El Dios-centrista ama a Dios con todo su corazón y vive a todo o nada con Dios.
Los demás, en vez de vivir a “todo o nada”, viven “todo y nada”: critican todo y no hacen nada.
El Dios-centrista ve a Dios quitándole.
Los demás van acumulando resentimiento, odio, rencor, queja, cada vez con más personas, hasta que llegan a un punto que dicen: “Yo no se lo que pasa. Todos me fallan”.
El Dios-centrista ve la necesidad y la imposibilidad, como el medio que Dios usa para que oremos y él sea glorificado.
Los demás ven la necesidad y la imposibilidad, o bien como el fin del camino, o algo para desesperarse y buscar cuanta salida humana existe.
El Dios-centrista ve a Dios dándole y lo adora.
Los demás cuando Dios les da algo ya se creen que el apóstol Pablo era un principiante a su lado, que Dios simplemente está cumpliendo con su obligación con los súper santos que son, o se aplauden por sus grandes virtudes.

¡Hay una enorme diferencia!
¡El Dios-centrista ve la obra de Dios en todo!
Los demás viven como si Dios hubiera abandonado este mundo pero se olvidó de avisarnos.

Esta es la razón por la que el Dios-centrista vive para glorificar a Dios y los demás para glorificarse a sí mismos.
Thomas Watson, el puritano del siglo 17, explicaba que el primer paso para glorificar a Dios es lo que él llamaba “apreciación”. Escribió: “Glorificar a Dios es poner a Dios en el más alto lugar de nuestros pensamientos, tener una estima venerable de EL... Glorificamos a Dios cuando somos admiradores de Dios; admiramos sus atributos” (“A Body of Divinity”. Pag. 16).

El mayor deleite del Dios-centrista es conocer a Dios.
Y su Dios mismo le dice: Jeremías 9:24
El Dios-centrista no se enamora de la teología por el hecho de alabarse en su conocimiento, ni se enamora del saber más y más cosas.
El entiende como escribió J.I. Packer, que “la teología es para la doxología” (“Teología Concisa”. Pag. 64).
Cuanto más lo conoce el hijo de Dios, más quiere adorarle y mejor lo hace.

Así es como el Dios-centrista ve a Dios involucrado en todo.
Salmo 139:1-12
El sabe, cree y vive conforme a que Dios es Infinito en su Ser.
Charles Hodge: “Cuando se dice que Dios es Infinito en cuanto a su ser, lo que se significa es que no se puede asignarle limitación alguna a su esencia” (“Teología Sistemática”. Pag. 283).

Esta infinitud de Dios la podemos ver en cuanto al espacio y su dominio y provisión sobre todas las cosas.

Louis Berkhof: Dios “trasciende todas las limitaciones espaciales, y sin embargo está presente en cada sitio del espacio con todo su Ser” (“Teología Sistemática”. Pag. 56).
1 Reyes 8:27 (Salomón luego de edificar el templo para Dios)

“Las limitaciones del espacio no tienen referencia a EL. No está ausente de ninguna porción del espacio, ni más presente en una porción que en otra...
La extensión es una propiedad de la materia, y no puede aplicarse a Dios. Si estuviera extendido, podría ser dividido y separado: una parte de Dios estaría aquí, y otra allí” (Charles Hodge - “Teología Sistemática”. Pag. 284).


Luis Rodas


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